Enfermedades Comunes

HIPOTIROIDISMO

El hipotiroidismo es una enfermedad que aparece en los perros como resultado de la falta de una hormona tiroidea. Esta carencia puede producir una pérdida de pelo, como consecuencia de un fallo en el proceso de crecimiento del mismo. La pérdida del pelo normalmente se localiza a nivel del cuerpo y de la cola del animal, y no suele afectar a la cabeza o a las extremidades. Otros síntomas de hipotiroidismo son la presencia de una piel y pelo secos y quebradizos, un aumento en la pigmentación de la piel, y aparición de descamación y costras. Además de los problemas cutáneos, pueden aparecer otros síntomas como son el aumento del peso corporal, torpeza mental, disminución de la actividad física e intolerancia al frío.

El hipotiroidismo generalmente se produce en perros mayores de cinco años de edad. El diagnóstico de la enfermedad incluye un análisis de sangre. La prueba sanguínea más fiable es la que se denomina test de estimulación con TSH. Esta prueba es complicada y no siempre definitiva, por lo que el hipotiroidismo se diagnostica con dificultad en algunos casos. La respuesta al tratamiento resulta de gran importancia para confirmar el diagnóstico de la enfermedad, ya que una respuesta inadecuada al tratamiento con hormonas tiroideas indica que el perro no es hipotiroideo.

Factores importantes en el tratamiento
1.- La medicación deberá administrarse dos veces al día, debido a que los perros presentan una alta metabolización, a diferencia de la especie humana, la cual sólo requiere una toma diaria y dosis mucho menores.

2.- El tratamiento deberá mantenerse durante toda la vida del paciente, realizándose ajustes en la dosis, si es necesario, a medida que el perro va envejeciendo.

3.- Se realizarán análisis de sangre periódicamente para comprobar que el animal está recibiendo la dosis adecuada de su medicación.

INSTRUCCIONES DE TRATAMIENTO:

Avise a su veterinario si observase alguna de las siguientes situaciones:

• Su perro se muestra hiperactivo desde que recibe la medicación
• Su perro ingiere cantidades excesivas de agua.
• La sintomatología no responde al tratamiento.

 

PROBLEMAS DE LAS GLÁNDULAS ANALES


Las glándulas anales o sacos anales son dos estructuras situadas a ambos lados del ano, debajo de la cola y muy superficiales justo debajo de la piel en los perros y gatos. Su misión es formar un líquido aceitoso espeso y oscuro de olor muy fuerte y característico. Normalmente estas glándulas se vacían al defecar y su contenido parece contribuir al marcaje del territorio de los carnívoros. Los perros y gatos pueden vivir sin inconvenientes si se eliminan estas glándulas.

En algunas ocasiones no se vacían normalmente y su contenido se hace más denso y oscuro dificultando aún más su vaciado posterior a partir de entonces. Esta situación es la llamada IMPACTACION y el perro suele adoptar unas posturas muy típicas arrastrando el ano por las alfombras y moquetas para evitar el picor y dolor que aparecen en la zona. Además, la base de la cola y la zona perineal pueden estar manchadas de este líquido y tener un aspecto aceitoso y muchos perros y gatos se lamen constantemente la zona y demuestran un importante dolor cuando se intentan explorar. Los perros afectados suelen tener un olor muy característico.

La impactación puede complicarse con una INFECCIÓN de las glándulas que produce un dolor muy importante. Además de fiebre y decaimiento general, puede aparecer también alguna hemorragia y hay una clara tendencia al estreñimiento. Si la infección no se corrige rápidamente, podemos encontrar un ABSCESO lo que ya supone una complicación mayor y que suele requerir una pequeña intervención quirúrgica para su solución.

Algunos casos avanzados y los escasos pacientes en los que se desarrolla un TUMOR BENIGNO o un TUMOR MALIGNO (cáncer) de estas estructuras, requieren una intervención quirúrgica para extirpar los sacos anales.

Para evitar el problema debemos eliminar completamente los alimentos que produzcan estreñimiento, retirar de la dieta todo resto de huesos de todo tipo ya estén enteros o triturados, mantener una higiene cuidadosa lavando a menudo la zona afectada y acudiendo a la clínica rápidamente cuando detectemos anomalías en el aspecto externo o un olor desagradable, dolor al defecar o las posturas típicas que adoptan los perros con enfermedades de las glándulas anales.


ENFERMEDADES HEPÁTICAS

El hígado es un órgano de gran tamaño localizado en el abdomen. El hígado es imprescindible para la vida y debe realizar más de 100 funciones importantes conocidas, entre las que se encuentran ; la eliminación de productos de desecho de la sangre, la eliminación de toxinas y medicamentos, el metabolismo de las grasas, almacenamiento de hidratos de carbono de reserva, colaboración en las funciones de coagulación de la sangre, producción de bilis que es imprescindible en los procesos digestivos, elaboración de proteínas del plasma y síntesis (por ejemplo glucógeno) o eliminación (por ejemplo algunas hormonas) de una enorme cantidad de sustancias del organismo.

Las enfermedades hepáticas muchas veces son difíciles de detectar hasta que llegan a situaciones graves, ya que existe una gran cantidad de tejido en el hígado y, hasta que no se ha lesionado la inmensa mayoría del mismo, el tejido que aún esté sano cumple todas las funciones básicas. Incluso el hígado tiene cierta capacidad de regeneración y puede hacerlo espontáneamente.

Los síntomas de enfermedades hepáticas varían según la causa, la localización y la extensión del problema. Son necesarios varios análisis de sangre y en ocasiones de orina para conocer la extensión del daño hepático. En algunos casos, la única forma de conocer exactamente el tipo de enfermedad hepática es mediante una biopsia de hígado, que supone obtener una mínima cantidad de tejido del hígado para poder hacer un estudio en el laboratorio. Otras veces la radiografía, la ecografía o las citologías serán las pruebas más indicadas.

Algunos tipos de enfermedades hepáticas solamente se pueden tratar con técnicas quirúrgicas, otras veces mediante medicaciones pero en condiciones de hospitalización y en algunos casos pueden hacerse tratamientos ambulatorios en casa. También hay que recordar que algunas veces podemos pretender curar la enfermedad hepática y otras veces solamente controlarla, mejorar el estado general y retrasar la evolución del proceso.


COLITIS AGUDA GASTROENTERITIS


Una colitis es un proceso inflamatorio del colon, una de las partes que forman el intestino grueso. Una gastroenteritis es un proceso inflamatorio de todo el sistema gastrointestinal que puede ser la unión de una gastritis (inflamación del estómago), una enteritis (inflamación del intestino), una colitis (inflamación del colon) y una proctitis (inflamación del recto).

Habitualmente las colitis y las enteritis se caracterizan por producir diarreas y en los casos de gastroenteritis además de diarreas, aparecen vómitos.

Existen muchas causas de gastroenteritis y de colitis y pueden ser desde el uso de alimentos inadecuados hasta las causas más graves y severas como alergias, infecciones o cancer. Normalmente son procesos de tratamiento rápido y eficaz: parásitos intestinales, bacterias, alimentación con huesos, restos de comidas, ingestión de hierba o de plantas, ingestión de mantillo o abono, excesos en la alimentación y alimentos de personas (chocolate, grasas, aperitivos, embutidos...) y algunos procesos alérgicos a ciertos componentes de la dieta.

Los enfermos se presentan en un estado desde casi normal, con un proceso leve, hasta en situaciones muy graves con diarrea, vómitos, presencia de sangre en las heces, mucosidad en las heces, fiebre, deshidratación, anemia, dolor en el abdomen, decaimiento y apatía. En estos casos la situación es una emergencia médica y debemos actuar con rapidez y con un tratamiento completo para intentar recuperar al enfermo.

Si bien los problemas más leves se solucionan rápida y sencillamente, los más graves pueden producir verdaderos problemas médicos y llegar a tener consecuencias fatales. Por esta razón, en todos los casos, deben hacerse las pruebas diagnósticas necesarias para averiguar la causa del proceso. Muchas veces habrá que realizar radiografías, análisis de heces o análisis de sangre para establecer después el tratamiento más adecuado.


LAS GARRAPATAS

Las garrapatas son, junto con las pulgas, los parásitos externos más frecuentes en el perro y en el gato. No sólo pueden causar lesiones locales sino que además pueden transmitir algunas enfermedades infecciosas que pueden ser graves en muchos casos.

Aunque pueden aparecer en cualquier época del año, son mucho más frecuentes en épocas húmedas y calurosas, principalmente al final de la primavera, en verano y al principio del otoño.

En España, la especie más abundante es Rhipicephalus sanguineus o "garrapata parda del perro" por su amplia distribución geográfica y por la intensidad de parasitación en perros. Afecta principalmente al perro, a algunos mamíferos pequeños y también al hombre. La "garrapata de la oveja" o Ixodes ricinus, es menos frecuente, es típica de las zonas húmedas y posee una variedad de hospedadores amplísima entre los que se encuentra también el hombre. Ambas especies pueden actuar como vectores en la transmisión de muchos microorganismos causantes de enfermedades.


Ciclo biológico

Las garrapatas son parásitos temporales, en su ciclo vital pasan por tres fases: larva (a partir del huevo puesto por la hembra adulta), ninfa y adulto. Para pasar de una fase a la otra deben alimentarse de sangre, único momento en el que tienen contacto con el hospedador y que dura entre 3 y 10 días.

Detectan a su hospedador a través de un órgano sensorial que tienen en las patas y una vez en él se mueven buscando las zonas con menos densidad de pelo como el abdomen, la cara o las orejas. Una vez allí, liberan una sustancia que les permite unirse fuertemente a la piel y mediante unas piezas bucales especiales succionan la sangre.

Su importancia radica no sólo en las lesiones locales que producen (inflamación, reacciones alérgicas e incluso abscesos) sino también, en que son vectores de enfermedades graves como la ehrlichiosis, la babesiosis o la enfermedad de Lyme entre otras. Pueden también producir anemia en animales jóvenes muy parasitados, llegando a causarles incluso la muerte.

Lo mejor es prevenir su aparición mediante la utilización de uno o varios productos antiparasitarios: champús, lociones, sprays, collares o pipetas. Dada la gran variedad de productos existentes en el mercado la mejor manera de utilizarlos correctamente es consultando a su veterinario que le aconsejará no sólo sobre la forma de uso sino también sobre cuál es la mejor época para empezar el tratamiento o sobre cómo eliminarlas si ya las tiene. Nunca debemos arrancarlas cuando están vivas porque las piezas bucales con las que succionan la sangre permanecen en el interior de la piel pudiendo provocar lesiones locales. Pida instrucciones a su veterinario habitual.


ENFERMEDADES DE PRÓSTATA

La próstata es una glándula que rodea la uretra a la salida de la vejiga de la orina en los gatos y los perros machos. Su misión es producir una parte importante del fluido seminal y tiene por ello una relación directa con las funciones reproductoras. Por esto se asocia estrechamente con el funcionamiento de los órganos genitales y los niveles de hormonas masculinas en la sangre.

Cuando aparecen enfermedades en la próstata, dada la zona donde se localiza, muchas veces estas alteraciones se relacionan con distintos problemas urinarios, a veces provoca problemas digestivos con estreñimiento y, aunque sea menos frecuente, pueden aparecer también problemas nerviosos que dificultan los movimientos normales del animal.

El problema más simple es la llamada HIPERPLASIA PROSTÁTICA que es un crecimiento anormal de la glándula, asociado con un exceso de hormonas masculinas en la sangre, un problema muy frecuente en los perros de más de 5 años. Una complicación un poco más grave es la PROSTATITIS en la cual hay una infección bacteriana de la zona, lo cual produce un dolor severo y fiebre. Cuando el proceso evoluciona sin tratamiento se pueden llegar a formar QUISTES PROSTÁTICOS que suelen exigir una intervención quirúrgica urgente y finalmente y de forma muy infrecuente en perros y gatos podemos encontrar TUMORES BENIGNOS y rara vez TUMORES MALIGNOS (cáncer de próstata).

Los tratamientos de estos problemas pueden requerir el uso de antibióticos, anti inflamatorios, analgésicos, hormonas e incluso de la cirugía, ya sea cirugía de los quistes prostáticos si existen o la esterilización del perro para corregir de forma permanente el exceso de hormonas masculinas. Todos los tratamientos reducen de forma temporal o permanente la capacidad reproductora del ejemplar.

ALERGIAS

Los perros y los gatos, al igual que las personas, pueden sufrir procesos de alergias. Una alergia es una condición heredada que se manifiesta después de la exposición a sustancias llamadas alergenos. Las sustancias que producen alergia incluyen: pólenes, polvo, caspa, mohos, picaduras de insectos y proteínas de los alimentos. La exposición se puede producir al inhalar el alergeno, por contacto con la piel, al ingerir ciertos alimentos, o mediante la picadura de insectos. Los animales que han heredado la tendencia a desarrollar alergias comienzan a presentar síntomas de enfermedad alérgica entre el año y los seis años de edad; sin embargo, los síntomas se pueden evidenciar a cualquier edad. Una vez que el perro o gato desarrolla la alergia, generalmente va empeorando progresivamente.

Los síntomas de la alergia en perros y gatos consisten fundamentalmente en picores (rascado, frotado, mordisqueo o lamido). La piel de estos animales alérgicos con frecuencia enrojece y se irrita. Como consecuencia del rascado continuado se producen heridas y pérdida de pelo. La localización de las zonas afectadas incluye las extremidades, cara, orejas, axilas e ingles. Los síntomas no son los mismos en todos los individuos. Algunos sólo presentan picores en las pezuñas, mientras que otros tienen picor en diversos lugares y presentan lesiones ulceradas. Algunos presentan picores durante todo el año, mientras que en otros la afección es estacional (solamente se produce en primavera o en otoño).

Las pruebas diagnósticas para esta enfermedad dependen del tipo de alergia. La alergia inhalatoria se diagnostica mediante pruebas intradérmicas, o, en algunos casos, mediante pruebas en sangre. La alergia alimentaria se diagnostica por la respuesta a una dieta de eliminación. La alergia a la picadura de pulga se diagnostica por la historia clínica, los síntomas, la presencia de pulgas y la respuesta positiva cuando se consigue la eliminación de las pulgas.

El tratamiento de las alergias varía con cada individuo. Uno de los tratamientos más sencillos consiste en la utilización de un producto refrescante para evitar los picores (en el baño, en el aclarado o en spray). Los antihistamínicos resultan útiles en algunos casos. Los corticoides se han utilizado durante mucho tiempo para aliviar los efectos de las alergias, pero su utilización a largo plazo, en algunas ocasiones, puede provocar efectos secundarios indeseados.

La identificación de la causa de la alergia y el evitarla sería lo mejor. Si el animal tiene alergia a sustancias del entorno (mohos, polvo, polen) el tratamiento de hiposensibilización (vacunas de alergia) podrían ser el mejor sistema para el control a largo plazo en algunos casos. Las inyecciones de desensibilización son seguras y efectivas en cerca de un 75% de los casos. En los animales con alergia alimentaria o alergia a la picadura de pulga se deberán evitar los ingredientes de la comida que causan el problema o la presencia de pulgas, respectivamente.


EHRLICHIOSIS EN EL PERRO

La ehrlichiosis (se pronuncia "erliquiosis") es una enfermedad producida por un parásito del grupo de las rickettsias. Es una enfermedad que afecta a la sangre y el parásito ataca a los glóbulos rojos. Existen 4 rickettsias diferentes que pueden producir la enfermedad y de ellas, la Ehrlichia canis es la más frecuente.

Los perros se infectan cuando son mordidos por una garrapata que transmita el parásito, aunque también pueden contaminarse si reciben una transfusión de sangre procedente de un animal enfermo. Desde que son infectados, la enfermedad tarda entre 8 y 20 días en manifestarse externamente.

La fase inicial, precoz o aguda de la enfermedad dura entre 4 y 6 semanas y se caracteriza porque el perro sufre pérdida de peso y adelgazamiento, fiebre, decaimiento y depresión, secreción ocular (legañas) y nasal (mocos), algunos problemas respiratorios y un aumento de tamaño de los ganglios linfáticos. En algunos perros la infección puede ser subclínica, es decir, prácticamente no se manifiesta externamente y la enfermedad puede estar presente así durante meses o incluso años. Los perros con una forma más leve de ehrlichiosis pueden quedar infectados de forma crónica.

La enfermedad debe diagnosticarse mediante un análisis de sangre y en ocasiones mediante aspirados de médula ósea. La posible prevención de la infección se basa en el control de las parasitaciones por garrapatas, pero incluso una sola de ellas, durante un breve espacio de tiempo, es capaz de transmitir la infección. Hasta el momento no existen vacunas eficaces.