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Filarias

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Una enfermedad que afecta al corazón

Dirofilarias inmitis

La filariosis en perros y gatos es un tema crucial que no puede ser pasado por alto, ya que puede resultar fatal para el animal si no se detecta y trata a tiempo. Aunque anteriormente se creía que los gatos no se veían tan afectados por esta enfermedad como los perros, ahora sabemos que también pueden sufrirla. Es esencial destacar la disponibilidad de pruebas de detección temprana para ambas especies, lo que permite abordar la enfermedad en sus primeras etapas. Además, es importante resaltar la existencia de productos específicamente diseñados para prevenir la enfermedad en gatos, dado que una vez que se desarrolla, no existe un tratamiento efectivo disponible. Por lo tanto, la prevención desempeña un papel fundamental en la salud de los gatos.
 

Es importante tener en cuenta que esta enfermedad se produce principalmente en zonas de climas tropicales y templados, como sucede en las Islas Canarias. Se transmite a través de mosquitos y no por contacto directo entre un animal enfermo y uno sano. Los mosquitos actúan como hospedadores intermediarios entre ambos animales, y diversos estudios han demostrado la existencia de una amplia gama de especies de mosquitos capaces de transmitir la enfermedad.
 

En este contexto, nuestro compromiso en el campo de la geriatría tanto en gatos como en perros es notable. Contamos con una amplia experiencia y trayectoria en el cuidado de estas mascotas en etapas avanzadas de la vida, lo que nos permite ofrecer un enfoque integral para su bienestar y calidad de vida.

¿Sabías que...?

La cantidad de parásitos (gusanos) que afecta al corazón de los gatos es mucho menor, pero diferencia de los perros, los gatos no tienen tratamiento contra esta enfermedad, por lo que la prevención es fundamental. Por eso en Clínica Veterinaria la Minilla ofrecemos pruebas y preventivos efectivos para garantizar la salud y el bienestar de tu gato, ya que la filaria puede ser potencialmente mortal.

 

La gran mayoría de los perros afectados son asintomáticos cuando se encuentran en las fases tempranas de la enfermedad y conforme va transcurriendo el tiempo, comienzan a aparecer los primeros síntomas, entre ellos, los más característicos, por lo cual, los dueños llevan a su perro al veterinario son:

  • Cansancio, fatiga; sobre todo con el ejercicio.

  • Tos.

  • Pérdida de peso.

Cuando la enfermedad está bastante avanzada:

  • Hemoptisis (salida de sangre por la nariz)

  • Ascitis (acumulación de líquido en el abdomen).

  • Anemia, notamos las mucosas pálidas.

  • Dificultad para respirar.

Y cuando la enfermedad está muy avanzada, no sólo se ve afectado el corazón y el pulmón, hay otros órganos que también empiezan a verse alterados, como son los riñones y el hígado.
El diagnóstico de la enfermedad se realiza por medio de un test específico, rápido de hacer y de obtener los resultados y muy fiable; este detecta antígenos de filarias en sangre. Este test se puede realizar en cualquier clínica veterinaria.
También existen otros métodos de diagnóstico, cómo es el test de Knott o la prueba de la gota gruesa, quizás sean más económicos  pero son más laboriosos y algunos de ellos son menos fiables.

En caso de que nuestro animal haya dado positivo al test y decidamos ponerle un tratamiento, es aconsejable realizar unas pruebas previas, es decir necesitamos hacer unas radiografías y/o ecocardiografía y analítica de sangre completa, con la finalidad de obtener una mayor información del estado en que se encuentra nuestro perrito y cuál es el tratamiento y cuidados más adecuado para cada situación.
La mejor manera de evitar que tu animal se enferme es previniendo y afortunadamente existe en el mercado una amplia gama de productos que se pueden utilizar, siendo 100% eficaces, sí se utilizan correctamente.

Tu veterinario te informará de cuál es el mejor método de prevención para tu animal, pero decir que hay comprimidos, tabletas masticables, pipetas spot-on que se administran mensualmente, comenzándolas a usar como edad media a partir de las 6-8 semanas de vida del animal.
También existe cómo método de prevención una inyección que se aplica anualmente.
En cuanto al tratamiento, hay que explicar que en función de la localización de las filarias y el estado en el que se encuntra nuestro perro, datos que sabremos a partir de los resultados obtenidos en las pruebas diagnósticas comentadas anteriormente , se tomará una pauta u otra.

Básicamente consistirá en mantener al animal en REPOSO ABSOLUTO (llegando a permanecer en un jaula, sí está muy afectado, para que se mueva lo menos posible y así evitar efectos secundarios en la mayor posibilidad). Y en la aplicación de un TRATAMIENTO SINTOMÁTICO en caso que sea necesario, el veterinario pautará que medicamentos habrá de tomar para mejorar los síntomas. Y se finalizará con un ADULTICIDA que puede ser vía oral, intramuscular o quirúrgico.

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